20.7.07

Soneto a la Muerte de Cupido

Nadie recuerda la imprecisa fecha,
En que solo, y librado a su suerte
Recibió Cupido la certera flecha
Que él mismo arrojó para darse muerte.
Parece mentira que algo tan fuerte
Que ha sido tan inmenso y aún acecha
Y que me impide dejar de quererte
Sea una bomba que apagó su mecha
Sea un desierto que no tiene arena
Sea un sol soñado que ya no ilumina
Sea gris angustia, dolor y pena
Sea un peregrino que no camina
Un cántaro de Amor que no se llena
Un Palacio Azul convertido en ruinas.


© Luis Alberto Lecuna
© Pueblo Blanco Producciones Culturales