Lo que hoy es nada
(hojas muertas de otoño),
se hará mañana,
en crudo invierno,
con su magia certera
de frío y lluvia,
tierra abonada
y futuros retoños
de primavera.
Con el verano
llegan los frutos tiernos
desde mi mano
hasta tu boca.
Te miro con dulzura
y te sonrojas...
Quieres decirme
que me amas con locura
más, debo irme
y no te animas
a sufrir la congoja,
la suerte vana
de este amor
que despierta inquietud
e incertidumbre.
En la quietud
sensual de la mañana,
sé que me extrañas,
y yo te extraño,
y me hago la promesa
de cada año:
volver a verte,
decirte que te amo
y no perderte.
Por tu ventana
verás caer las hojas
una tras otra
y el ciclo vuelve
al punto de partida
Así es la vida...
Así es mi suerte
(Amor no declarado)
Ésta es tu suerte:
Seré tu amado
y tú serás mi amada
hasta la muerte,
sin que lo digas
nunca, y también yo
sin que lo diga.
¿Y si te animas?
¿Terminará este infierno?
¿Y si me animo?
Eterna espera:
verano, otoño, invierno
...y primavera.
© Luis Alberto Lecuna
© Pueblo Blanco Producciones Culturales