21.7.07

Mea Culpa

Creí ver el universo
de una manera original
y sólo mía
sin darme cuenta
que todas las formas posibles
(e imposibles) me precedieron...
Quise cuestionar
la verdadera naturaleza del mundo
hasta convencerme, como Pitágoras,
de que la verdad
no es sino puro convencionalismo...
Entre el optimismo incorregible,
el pesimismo negativo,
y el lógico escepticismo
preferí el realismo lúcido,
que por encima de mi condición
de inveterado descreído,
me ha hecho rescatar unas pocas cosas
que justifican con creces
la desdicha de vivir...
Son ellas el amor, la amistad, el arte,
la literatura, la risa,
y el olvido...
Traté de demostrar
lo insignificante que es
copiar a otros autores
(ya que todos son uno solo,
intemporal y anónimo)...
Por eso mi nombre poco importa:
no busco prestigios ni glorias vanas
y así logro evitar el juicio
siempre parcial de los hombres.
Al fin y al cabo, lector,
no soy un autor sino todos los autores,
y este libro
como todos los libros
es un objeto sagrado.


© Luis Alberto Lecuna
© Pueblo Blanco Producciones Culturales